Barranquilla, 7 de abril de 2022 .
Entre los años 60 y 70 comenzó a escribirse un nuevo hito en la historia de Barranquilla, eje cosmopolita del Caribe que recibió a cientos de migrantes y les brindó nuevas oportunidades para crecer juntos.
Fue así como en 1971, jóvenes barranquilleros materializaron el sueño de una industria que se convirtió en patrimonio de la ciudad para todo un país, inaugurando el complejo industrial de la empresa Monómeros, primer proyecto binacional entre los países hermanos de Colombia y Venezuela, con ADN barranquillero.
Monómeros ha sido una de las empresas más sólidas y fuente de empleo significativo para la ciudad, ofreciendo oportunidades laborales competitivas y de calidad a 590 personas que trabajan de manera directa con la organización y otras 951 que están vinculadas de manera indirecta. En total, son más de 1500 oportunidades laborales que actualmente transforman la vida de barranquilleros y colombianos procedente del resto del país.
En los más de 50 años de Monómeros, han sido un sin número de proyectos e iniciativas en las que la organización se ha vinculado; solo una de ellas fue la construcción y mantenimiento de la cancha de uno de los íconos deportivos y arquitectónicos más importantes de Latinoamérica, el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, que durante muchos años llevó en su imponente gramaje la marca NUTRIMON. Y en la actualidad, desde la Fundación Monómeros, que por más de 30 años ha abonado solidaridad al territorio barranquillero, aportando ayudas a la población aledaña al complejo industrial, acompañando a jóvenes y mujeres del barrio Las Flores y brindando atención a la población migrante de la ciudad. De igual forma, con la adhesión al “Gran Pacto por el Desarrollo Social de la Ciudad”, una apuesta por contribuir a mejorar algunas problemáticas de tipo social originadas por la pandemia del Covid-19.
Entre los aportes realizados por la Fundación, también se destaca la construcción del Colegio Libertador Simón Bolívar en el año 1991, donde miles de niños y niñas del barrio Las Flores se han formado como bachilleres y donde reciben procesos educativos complementarios que les permiten fortalecer sus competencias y capacidades para continuar su formación técnica y profesional.
También, Monómeros cree en la importancia de salvaguardar la cultura de la ciudad, por eso apoya las expresiones que promueven el arte y las tradiciones barranquilleras, y también se suma activamente a todas las iniciativas que impulsan el progreso y desarrollo integral y empresarial.
Monómeros continuará trabajando por el agro y su industria desde Barranquilla, ciudad que le ha permitido, crecer y mantener sus raíces sólidas por su ubicación geográfica y a la gran capacidad de su talento humano, nutriendo la tierra colombiana para generar más y mejores alimentos, desde esta esquina donde se une el río con el mar.
¡Felices 209 años Barranquilla, puerta de oro de Colombia, su industria y ahora del agro!